Pero él


El reflejo que miraba le parecía bonito,
pero él, la regaba con palabras que la hacían sentir hermosa.

Los días los vivía poco a poco,
pero él, le aportaba momentos que le hacía vivir los días sabiendo que no eran, para nada, poca cosa.

Algunos momentos importantes la hacían feliz,
pero él, la celebraba, haciéndole sentir que durante toda su vida había sido exitosa.

Se sentía capaz de lograr unas cuantas cosas,
pero él, le alimentaba su imaginación, haciéndola sentir valerosa.

Ella sabía que estaba viva.
Pero él, la hacía sentir la vida. 
Ella florecía.

T. Faerron

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