Amor propio

Un cuarto vacío, solo un espejo y tú, sentado en el suelo frío,  imagina que aquel cuarto es el mundo, y en aquel mundo solo estás tú. 
Si no tuvieras otra compañía mas que la tuya, ¿te caerías bien?, ¿te aceptarías?, ¿amarías lo que eres? Si las respuestas a estas interrogantes son negativas, estas firmando tú declaración final de absoluta soledad,  de eterna tristeza e insoportable vacío. Recuerda que no estas solo, en ese cuarto vacío están tú y el reflejo en aquel espejo.

El amor no es tan sencillo; el amor hacia si mismo es una pieza muy importante en nuestra vestimenta, que con frecuencia olvidamos ponernos y salimos medio, y a veces, totalmente desnudos al mundo.

Si tan solo entendiéramos que la felicidad no hay que salir a buscarla, que compañía siempre tenemos, que lo que llevo conmigo es lo que puedo dar a otros; si lo entendemos viviremos felices, acompañados y completos.

¿Soy buena compañía para mi? Todo lo que sientes y piensas de ti mismo, esa es tu compañía en la soledad; escoge sabiamente tus emociones y pensamientos. ¿Veo un lindo reflejo en aquel espejo?, lo que tus ojos ven en el reflejo es lo que los demás verán. Mira tu mejor versión.

Camina por la vida de la mano de confianza, de autoestima, de valor, de aceptación a si mismo. Ve siempre bien acompañado, recuerda que cuando necesites una palabra de aliento, ánimo o afecto, los primeros labios que las puede y debe pronunciar son los tuyos.

No siempre te va a gustar todo de ti, pues no importa, porque hay tiempo para cambiarlo, mejorarlo o aprender a aceptarlo tal y cómo está. Por otro lado, los caprichos son excesos, no forman parte del amor propio, estorban a la hora de querer dar lo que trabajamos con amor.

Después de haber meditado un poco, regresemos al cuarto vacío, imagina que aquel cuarto es el mundo, y en aquel mundo solo estas tú...

T. Faerron


Comentarios

MÁS VISTAS

Estoy enamorada

Perdida

Pero él