Como escalar un volcán


Como escalar un volcán,
un reto emocionante.
Durante la primera parte del camino 
sonríes con ilusión
pensando en la vista una vez alcances la cima.
A medio camino empiezas a arrepentirte 
de aquello; es cansado, hace calor,los zapatos lastiman,
y entonces la mente entra en acción, pregunta:
¿Por qué te gusta sufrir? 
¿Por qué decides hacer este tipo de cosas?
¿Por qué trajiste esos zapatos?

Pero logras finalmente vencer aquellos pensamientos
y llegas a la cima; todo valió la pena, 
aquella vista compensa el sufrimiento 
que se pasó para llegar allí.
La victoria, la alegría, la belleza te completa,
los momentos que pasas en aquel lugar
te llenan de energía.

Todo maravilloso... 
pero hay que comenzar el descenso,
antes de que oscurezca y baje la temperatura,
puede que la noche no vaya a estar tan fría, 
puede que oscurezca mas tarde, 
pero lo mejor es seguir avanzando.
Se empaca todo de vuelta, mochilas más livianas,
todos cargados de energía,
con estómagos llenos y ya descansados;
se comienza el camino de regreso a casa.
Caminas mas en silencio, meditando que al final
casi todo fue muy bueno, 
que fue una brillante idea haber ido.
Mientras piensas dejas de controlar donde pisas, 
hay tierra y rocas sueltas por todo el camino,
colocas mal el pie, resbalas y caes sentado, 
a muchos les da risa, otros te ayudan, en fin,
duele mas la pena que la caída, 
así que decides prestar mas atención al camino;
pero no es suficiente, 
porque ya te has caído de la misma forma 
en repetidas ocasiones, ya es molesto y doloroso.
Y otra vez entra la mente en acción:
¿No te dije que no vinieras? 
¿Acaso la breve gloria en la cima compensa este prolongado sufrimiento?
¿Qué pasa con tus zapatos?
Deseos de llorar y la frustración te inundan, 
inicia el miedo anticipado de perderse 
y entonces que oscurezca y mueras de hipotermia 
porque no planificaste bien 
y no estabas lo suficientemente preparado.

Pero nada, nada de lo anterior pasa, 
sí algunas caídas aquí y allá, 
pero llegas a casa entero, sano 
y con una experiencia más para contar.
Una gran aventura, un vaivén de emociones,
una mente que a veces te habla muchos sin sentidos. 

Eso es exactamente ser mujer; 
como escalar un volcán.

Estamos llenas de aventura, 
de emociones desbordadas,
de confusiones y alegrías,
de momentos conflictivos 
y otros sumamente positivos.
De decisiones y arrepentimientos.
Pero al final, vencedoras,
fuertes y con más experiencias para contar,
ya sea con lágrimas o con risas.
Ser mujer es un privilegio,
es una alegría,
una vida para nada aburrida.

TFaerron

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